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agosto 24, 2012

Melapia

Me caen muy bien las polillas, con su cuerpecito peludo y enjutado y sus alas pardas. Cuando era niña trataba de salvarlas a toda costa de los niños que las apedreaban o las molestaban mientras descansaban en la pared del salón de clases.
Siempre he estado atenta de lo que mis sueños y el mundo me dicen; a veces escucho nítida la voz de lo que no conozco y a veces apenas detecto un susurro tímido. Un sueño me dijo que a la vuelta del vuelo de una polilla encontraría lo que necesito; a los pocos días una polilla voló frente a los ojos tristemente hermosos de mi extravagante amor de juventud y mi dicha no conoció límites. Nocturna melapia, mi hidalgo en decadencia, con su corte de gatos llorando amores y su desgarbada figura marcando el ritmo de disparo del supraquiasmático.
El primer beso, ese bajo las frondas de las jacarandas somnolientas y las mariposillas nocturnas revoloteándonos, selló mi desgracia. No volvería a querer correr de un amor a otro, de abrazo en abrazo; me unificaste y todas las penas repartidas en cada trozo de mi se hicieron una sola grande y honda. No podría vivir contigo, porque tu amor sofoca y duele, porque te duele el pecho cuando te toco, porque te duele la piel cuando te miro, porque te duelo cuando te hablo con la verdad y te duelo cuando nos quedamos callados y jadeantes, con las sábanas y los sentimientos revueltos porque no queremos que ese instante acabe, porque así es perfecto, y terrible, y amado, y deseado, y siempre añoramos ese momento cuándo no estamos juntos y extrañas mi risa y yo quiero que juegues con mi cabello y me cuentes historias y comience a dormirme y te enfade tener que levantarte porque la realidad toca a tu puerta y ya estamos de nuevo separados y en un rincón guardo la cota de malla para cuándo salgamos a cazar dragones y tu me dispares una flecha y me atravieses la garganta. No podría vivir sin ti porque todo el Universo es tu casa y el patrón de disparo de los núcleos que liberan al REM gritan tu nombre.
Y hace unos días, allí estaba, esa polilla muerta en el baño del Instituto y las lágrimas se me salieron porque se que nada va a ser igual y necesito una guía nueva. Y ahí voy, con mi polilla envuelta con un pedazo de papel y aguantándome las lágrimas porque te estaba llevando a la tierra para que te renovaras como lo hacen esas semillas de las que te hablé que tengo a la mitad del pecho y me sirven para no morirme de tristeza cuando algo dentro de mi se muere, y allí iba la polilla, a la tierra húmeda, no húmeda, anegada porque se estaba cayendo el cielo sobre el sur de la ciudad y recordé otros tantos días de tormenta en tu compañía y lloré porque no se si algún día estarás tras una polilla.

noviembre 06, 2010

carta y regalo y adios

Durante algunos años fui experta en los saltos mortales. También en los saltos morales. Viajaba por el mundo enfundada en la armadura más hermosa que pude construirme, repelía de tal forma el contacto con el mundo de los afectos que decidí jamás quitármela. Ni siquiera cuando llego el Señor del Tiempo, quién a recientes fechas decidí matarlo y bailar danzas de victoria sobre su imperfectamente perfecto cadáver. Tampoco me la quité cuando arribó la Señora del Negro con su corte de amantes de alquiler y su perfecta historia de tragedias. Al contrario, me regalaron escamas de dragón y destilados venenosos para adornarme; jamás me sentí más hermosa.


El Señor del Tiempo me nombró caballero desde el primer beso, en los tiempos en los que aun soñaba con ser princesa, cuando era muy joven y me enganchaba en todo absurdo reto que cruzara mi campo visual; me besó y me dijo "eres un peligro para mi, tienes una espada". Creo que ese fue el principio de la locura declarada, el lanzamiento al mundo paralelo, la rasgadura en lo real que me llevó al mundo de los Señores y los Caballeros, y también, la frase que selló mi armadura. El Señor del Tiempo, hermoso solo como amor no consumado, monstruoso en esencia, terrible como personaje de cuento.
La Señora del Negro, banshee, hechicera, asesina confesa, esquizofreinizante hasta el último de sus dorados cabellos, de sus deliciosos ojos, de sus incomparables labios. Confidente de todos mis secretos, juez de todos mis amantes, narradora de mi cotidiano, artífice de mi gloriosa caída y guardiana de mi Infierno Personal. Me regaló todos los nombres que pueden verse tatuados entre mis costillas en la precisa luz de la mañana, esos contrahechos poemas de amor que constituyen el listado de mis manías y de mis inconfesables actos; me regaló los nombres que describen con dolorosa precisión mi rostro de destrucción y decadencia. Así nació la Señora de la Decadencia.
La Señora de la Decadencia fue mi rostro durante muchos años; armada y agresiva, esquiva y violenta. Creía protegerme del abandono, en sus helados brazos me transportó como a una niña, creía cuidarme pero le mataba de inanición y frío. La Señora de la Decadencia es la que contestaba con aullidos de guerra a los llamados de camaradería, es la que destrozó a mis amorosas cajas de resonancia. Dejé de sentir, mi piel era fría y mis ojos jamás expresaron tanta tristeza (lo recuerdas banshee, tu amada princesa de ojos tristes, la que soñabas que se ahogaba en el mar).
Quiero que esta sea la última vez que aquí los nombre, Señores, enterrarlos en el Olvido Colectivo, no tengo un borrador escrito de estas líneas. Se van y no se van, porque son ya parte del entramado de mi carne, hilos coloridos en la memoria; se van porque llegó su momento, porque nombrarte, Señor del Tiempo, Polaris, es tarea que consume presente que no estoy dispuesta a darte; se van, Señora del Negro, porque así eres siempre mía, siempre hermosa y siempre inofensiva.
Quiero aprender a aullar, morder y retozar oportunamente; correr sin la armadura, guardar en su funda la espada y no usarla como extensión de mis pensamientos y brazos. Mis pasos torpes ahuyentan a quienes amo, paciencia. Mis palabras sombrías, asustan a quienes me oyen, paciencia. Sostengo entre los dientes lo que amo, como un lobo transportando a sus cachorros, soy como una madre primeriza que antes de cargar esperanzas destrozaba cráneos, paciencia.

julio 09, 2010

A Luis

Tenia atorado a la mitad del pecho algo así como 3 millones de besos y abrazos para repartir y muchas cosas que gritar y un descomunal arsenal de cosquillas y caricias. Hoy me están aprentando dolorosamente todos los que no pudieron salir; tienen tanto miedo de no llegar a ti.

enero 04, 2010

Antes de que entrara el invierno.

Caminito de migajas. Caminas en la oscuridad detrás mío. Respiro la calma.

diciembre 03, 2009

Domicilio conocido

Al otro lado de la calle, tras la ventana sin un cristal, en mis narraciones inconclusas, en la memoria de mi sistema inmunológico, en mi seguro de vida, en la trampa para los monstruos ya en desuso, envuelto en las mortajas negras que colgaban de mi muñeca izquierda, en la respiración entrecortada, en el corazón paralizado, en la biofísica y en la retórica, en mi centro de gravedad, recorriendo la rosa de los vientos, en el mecanismo cuadro a cuadro de la visión, en las corrientes de calcio, en la Teogonía, en el Tántalo; en el manantial de maullidos, en un sobre de análisis clínicos, en el barroco, en todas las naturalezas muertas, en el semblante cansado, en los bailes que la respiración inspira, en mis momentos de concentración, en las imágenes hipnagógicas, en los vuelos a ojos cerrados, en los dulces dolores, en el frío amor de las agujas, entre las costillas, en el firmamento, en el negro, en la cicatriz de mi boca, en la mirada triste, en la sonrisa malsana, en todos y ningún lugar...

Encontré este texto mientras cancelaba uno de mis perfiles públicos, lo escribí hace casi un lustro y aun me parece vigente.

noviembre 24, 2009

Reforzamiento sináptico

No publico nuestras conversaciones porque no quiero que los demás pronuncien tu nombre en señal de reconocimiento. Transcribirlas solo haría más intensa tu huella mnémica.
Te revelo en el entrelineado, no gritaré tu nombre.

noviembre 05, 2009

Trigésimo cuarto capítulo del segundo libro de Lo Insondable

Nuestro retorcido sentido común nos llevaba a afirmar que sobre advertencia, no hay engaño. ¿Te engañé?, ¿creíste alguna de mis locas declaraciones de no amor?

Me engañaba sola, arrojábamos frases hechas de la misma forma que nos arrojábamos a los brazos; cómo me arrojabas de tu mundo, cómo te mantenía alejado de mi mundo.

Desambiguación: interlocutor de mis madrugadas.

Somos un par de desconocidos que intenta cubrir los ojos del otro con la mano que le queda libre al cubrirse el rostro.

octubre 08, 2009

450

Sucker love I always find, someone to bruise and leave behind.

Encontré el nombre para la hija que no tendrás conmigo. Encontré el ensueño perdido en mi cabeza y el camino de regreso a casa que no se funde en tu Universo.
Encontré mis viejas notas y leí tu patrón cíclico tan claro como el entramado de mi carne.
Saboree más dulce mi tristeza dulzona que se pega al cuerpo y me languidece la mirada y descubrí que no era la vieja tristeza; saboree despacio para notar que no era tristeza y que tampoco te había comenzado a extrañar ni a reconstruir con los trozos de recuerdo que escondí en los brazos para ya no soltarte.

Something borrowed, something blue, every me and every you.

Encontré el camino que no tiene relojes ni calendarios, que no se rige por protocolos encorsetados ni escucha el rumor sordo del absurdo.

septiembre 16, 2009

Sondeando lo insondable

No definiré lo insondable porque fue un término que no acuñé, lo adopté y abrigué en él nuestra volátil relación. Después se transformó en nuestra esquiva relación, nuestra nula relación, nuestra cordial relación y así cada año tenía un nombre distinto bajo el nombre general de lo insondable.
Hoy mientras me miras sin velos sigo creyendo que es "lo insondable" el mejor término para este extraño nosotros.

julio 27, 2009

A mi interlocutor callado

He escrito tantas veces sobre volutas de blanco humo, sobre columnas retorcidas de breve vida, pero lo cierto es que más intenso resulta el recuerdo del aroma del tabaco. Acepto que la visión de una mano firme llevándose el cigarro recién extraído de la cajetilla y una cerilla que momentos después le sigue en el camino son seductores, pero más seductor es ese mismo acto si se acompaña por un gesto de entrega (aun momentánea) a la actividad y un total abandono del resto del mundo.
El aroma encadena a su arribo al gusto. El tabaco sin quemar, que al probarlo adormece la lengua y tiene destellos del sabor de tu pecho; el tabaco claro, recién encendido me trae los ojos grises-azulados-verdosos... acuosos y endurecidos. El tabaco fuerte me derriba, me sacude, me violenta el recuerdo con historias confusas llenas de besos furtivos y terribles miradas que invaden y penetran, de mar y lluvias sin final y días que se recuerdan solo en las pocas frases entrecortadas, lapidarias y de mortal filo. Las historias de tabaco fuerte son las de bestias rampantes, de afiladas garras y expuestos afectos, de furtivos y violentos besos que marcan y duelen, saliva lacerando como quemadura de cigarro.
Las volutas son ligeras cortinas que la memoria tiende alrededor de estos recuerdos. Todos son uno. No dejes, amor, de venir con el aroma del tabaco.

julio 08, 2009

Lo límbico

Comencé a extrañarte. Así de simple, caminaba por el jardín de las jacarandas y recordé tu tacto. La tierra mojada y la sombra me llevaron a otro momento. Detesto recordarte así de nítido, temo hacerlo porque el recuerdo me desgasta los cansados brazos vacíos.
Estás en las conversaciones de mi madre y en la lista de invitados de mi hermana. Quieren ahora hacerte partícipe de la trama cotidiana y yo no logro encontrarte, te desdibujaste y te me perdiste camino a la constelación.
En el tránsito manso de la sincronía a la paradoja nocturna te eriges dueño de mis inertes miembros y del torrente multicolor de mis emociones.

junio 30, 2009

Borradores archivados I

Avenida de los Insurgentes, 6:30 a.m. LLuvia ligera que parece retrasar indefinidamente la salida del sol. Circuito Escolar, Ciudad Universitaria, una pinta en la Facultad de Arquitectura "... this terrible sorrow".


Avenida de la Reforma, 6:30 p.m. LLovizna y viento. Quisiera retrasar indefinidamente la puesta del sol. No hay pena.


Años de distancia entre párrafos.


abril 01, 2009

Contestando a la invitación-chismógrafo de mi querida Miss PGO's 09.

¡Besos!



1. Toma el libro que tengas más cerca, ve a la pág 18 y escribe la línea 4.

Ya empiezo a ñoñear... The synaptic organization of the brain: One possible arrangement is that the impulse would fire if any one of several spines in a cluster should receive an excitatory imput.

He hice trampa, el libro más cerca es un atlas de desarrollo pero está muy pesado como para moverlo de su altar.



2. Si estiras tu brazo derecho, ¿qué tocas? Hum... el libro de donde saqué la cita, dos timmers, repisa con carpetas varias. Me hubiera gustado que al estirar el brazo hubiera una maxi-taza de chocolatl... yummi.



3. ¿Qué ha sido lo último que has visto por TV?

Creo que fue el lunes... o ayer... LA Ink, un rato, creo que aun no supero eso de la tienda de tatuajes y esas cosas terribles.



4. Sin mirar, ¿qué hora es?

Mmmm, 9:40



5. Ahora mira, ¿qué hora es?

9:53... eso quiere decir que debo ir a ver mis laminillas... ups.



6. Quitando el ordenador, ¿qué escuchas?

Quejas, me aburro. El ipod ayuda mucho.



7. ¿Cuanto tiempo estuviste fuera el día que más tiempo estuviste en la calle?

Entre 20 y 21 horas, o sea 20.5 hrs, jajaja.



8. Antes de estar escribiendo en el blog, ¿qué estabas haciendo?

Preparaba laminillas para inmuno, ahora están listas y esperando por mi.



9. ¿Qué llevas puesto ahora?

Jeans, los tenis que Valentina mordisqueó, una camiseta de acting-out negra con corazón roto y mis lentes de trabajo computadoril.



10. ¿Soñaste ayer?

Por supuesto, pero no me acuerdo del todo... me despertaron en fase 2 así que poco puedo evocar. Solo tengo la sospecha que tenía que ver con las vacaciones y con Polaris.



11. ¿Cuánto tiempo te estuviste riendo la última vez que te reíste?

El tiempo que duró una sesión de mordiscos-cariñitos con la Vale... después me acicaló y peinó un lindo crepé (se escribe así???).

12. ¿Qué hay en las paredes de la habitación donde estás?

Un retratito de Cajal en estado ruinoso, repisas varias y posters de vías metabólicas truculentas.

13. ¿Has visto una cosa extraña ultimamente?

Si!! A Valentina le llora mucho más el ojo derecho que el izquierdo... mmm, realmente no se qué cosa pueda ser extraña y considerada por quién... Rara pregunta.

14. ¿Cuál es la última película que has visto?

¡¡Furia de Titanes!! Es culpa de mi hermana, traemos crush con esa peli desde hace una semana.

15. Si fueses multimillonario de la noche al día... ¿qué comprarías?

Una casa en Mariahilferstrasse, tal vez el Instituto RIKEN, mmm pondría un lab estilo Jimmy Neutron o Dexter en algún lugar secreto de mi casa (obvio que tendría un microscopio de 2 fotones con laser de estado sólido y un poderoso equipo de trabajo igual de clavado que moi entre otras delicias laboratoriles... aich, el otro día vi un dot blot f*a*b*u*l*o*s*o). También pondría mi refugio de perros soñado y seguro mil cosas más.

16. Alguna cosa sobre (de) ti

La cicatriz que tengo junto a la boza me la hice antes de cumplir un año, cuando empezaba a caminar. Me abrí el mentón jugando a subir y bajar desde la orilla de una mesa. Solo Polaris me ha preguntado por el origen de esa marca.

17. Si pudieras hacer alguna cosa en el mundo, independientemente de la política, ¿qué harías?

Refugios para perros y gatos, sin dudarlo.

18. ¿Te gusta bailar?

Brincoteo mucho pero solo cuando estoy de humor, creo que solo mi Comatdre me ha visto bailar cumbia en un congreso producto de un enjaretamiento de pareja de baile.

19.¿qué piensas de George Bush?

Todo acaba pasando... Yo estaría por el juicio político, igual solicito uno para nuestro ex... presidente.

20. Imagina que por generación espontánea tienes una niña, ¿cómo la llamarías?

Ven niña. No hablaré de nombres... hasta nuevo aviso.

21. Imagina que en vez de tener niña, tienes un niño, ¿qué nombre le pondrías?

Esperen al aviso.

22. ¿Te gustaría vivir en el extranjero?

Solo por plena voluntad y deseo... y si, alguien tiene que cuidar la casa en Viena.

23. ¿Qué te gustaría que te dijese Dios cuando llegues al cielo?

Creo que estaría más impactada descubriendo la identidad y forma de Dios... eso de ponerle voz y pensamientos ya sería otro viaje.

24. Indica el nombre de 5 personas para hacer este meme:

Mi chien gardien, Cariñito afrancesada, el Mai que vive en UK, Polaris (aunque sea deseo guajiro) y mi Corcel Negro.


febrero 25, 2009

Borradores archivados II

Busco diccionario, traductor, intérprete o cualquier cosa que me sea útil para entender qué diablos quieres decir.

agosto 20, 2008

Ecolalia

Repetir la misma frase hasta que los fonemas se vuelven amorfos, escurren por la garganta para pegarse a la traquea; amenzan con llegar a los pulmones, verde-negro-morado y oro, ¡oh, mis pobres alveolos amenazados con mi mentira!. Me ahogaré en ella si no ceso de repetirla.
"No me importas, no me importas, no me importas".

junio 27, 2008

Ayer, a las 4 de la tarde.

Salí precipitadamente. Llevo como mantra una rima del poema que más recuerdo de Alfonso Reyes "El fuego de mayo/me armó caballero:/yo era el niño andante,/y el sol, mi escudero."
Siempre has odiado al Sol, yo siempre lo traigo en mis imágenes de párpados adentro y sin Sol se me derrumba la sonrisa y se instala la Melancolía (si, esa con mayúsculas, no mi melancolía de muchacha -¡Oh, Rilke!- cotidiana).
Llovía. Buen presagio, te encontraré esperando por mejor tiempo. Toco a tu puerta, segundos después apareces. Mi voz cambia cuando sonrío.
Me doy cuenta de que mis pensamientos nacen y maduran más rápido de lo que puedo expresarlos; somos un juego de palabras, una tormenta de frases hechas, un torbellino de recuerdos, un titipuchal de sonrisas.
En ocasiones, puedo nadar en Lo Insondable sin temor a ahogarme o a que las bestias que lo habitan me jalen hacia el fond y allí vuelva a llevar el nombre de Perséfone.
No llueve más, regreso a Casa.

junio 18, 2008

Lo que se mira con descaro y con recelo

En la vía pública busco a veces confundirme con el resto de la gente, envolverme en la protección del anonimato y salir de él solo si mi voluntad lo demanda. Siempre he preferido las ciudades tumultuosas aunque yo no soporte los tumultos, pero en la ilusión de la multitud puedo valorar mi individualidad.

De la gente destaco algunas características, mismas que me hacen voltear y admirar descaradamente o mirar con recelo. Casi siempre es en los hombres una barba de tres o cuatro días -bien cuidada- y la sonrisa chueca, también los tabiques rotos y los ojos profundos me hacen prestarle atención a un rostro. En las mujeres igualmente los ojos profundos y las cejas pobladas, detesto las líneas finas sobre los ojos que le restan fuerza a la mirada y, generalmente, a toda la persona.

Una buena elección del perfume y la sabia aplicación también pueden llamar mi atención, sin embargo mi falta de habilidad polillesca me impide destacar el aroma de gente a gran distancia, que francamente creo que me salva de padecer migraña constantemente.

Nunca presto demasiada atención a las manos. Ayer me dijiste a quemarropa que recuerdas mis manos y puedes identificar parecidos en todas las manos que ves a diario. No pude evitar sentirme inquieta. Aun no logro dejar de pensar en ello. Me destacas a fuerza de entre la multitud y de entre la multitud, me reconstruyes.

junio 01, 2008

De la casa

De mi hermana, que parafrasea a Blachelard, tomo: "La casa es el lugar del ensueño". Tal vez no son exactas sus palabras, tal vez si. Todo lo que podemos considerar casa, enumero las posibilidades:
mi habitación entre las 7 y las 9 de la mañana, ese sillón del que no se me puede remover cuando el cansancio pesa, la terraza a cualquier hora del día, un hotel perdido en Palenque -y digo perdido porque yo no se, no recuerdo como llegar a él, pero nada tiene que ver con la presencia y el olvido-, Mariahillferstrasse o cómo se llame esa calle en la que vi amaneceres de cuatro de la mañana, la Señorita Muerdes haciéndome casa en cualquier rincón, los brazos del Señor de la Incertidumbre y la Sonrisa de Polarias. En la Sonrisa de Polaris se esconden los secretos y breves momentos de su alegría, en los que puedo verme reflejada en el brillo de sus ojos y también yo soy feliz; a los brazos del Señor de la Incertidumbre se llega solo cuando se ha abandonado el disfraz. Espero haber entendido la frase de mi hermana y no hacer a un muerto voltearse furioso en la tumba.

mayo 21, 2008

Todo acaba pasando

Una semana más, enfrentar el temor y dejar de pensar en la tragedia. Lo que quita el sueño.

mayo 02, 2008

A Polaris

En no pocas ocasiones, el recuerdo de tu sabor me asalta. Se nubla la vista y la cabeza pesa, la punzada en el vientre, el temblor en las rodillas como registros de tu arribo.
Irrumpes sin aviso, no tengo oportunidad de evitarte o de darte una linda bienvenida, solo llegas. Reclamas tu ganado Imperio y yo intento siempre negártelo. Fantaseo así con la idea de que nunca te has erigido Señor.
De sorpresa en sorpresa he llenado semanas, días en los que no te apareces y me traes la calma de saberte lejos y desdibujado. Esto no dura mucho, tu sabor me cruza la boca, tu olor se me pega al cabello, a la ropa, en todos los sitios en dónde quedan marcas de tu paso; incluso la tinta en ocasiones tiene la fragancia de tu pecho.
Y no sé cómo desterrarte, y no quiero hacerlo tampoco; me quejo porque duele pero detestaría no sentirlo. La transición al olvido puede ser hermosa; te he dado tantos nombres.